La tecnología de Xbox Kinect
puede ser utilizada para monitorizar la FQ y otros enfermedades pulmonares como el Epoc.
La ciencia puede tener dudas sobre si los videojuegos son
buenos para el cerebro, pero cuando se trata de diagnosticar y monitorizar
ciertas enfermedades, tienen un potencial considerable.
Un grupo de investigadores en el Reino Unido han utilizado
una consola de juegos para ayudar a evaluar los pacientes con fibrosis quística
y otras enfermedades respiratorias.
Investigadores de la Universidad de Warwick, junto con sus
colaboradores en la Universidad de Birmingham han desarrollado una técnica que
utiliza un Dispositivo de Xbox Kinect para crear rápidamente una imagen 3D del torso de un paciente y evaluar la
función respiratoria de pacientes con fibrosis quística. La técnica se describe
en un estudio que aparece en la revista Medica & Ingenieria biológica y
Computación.
El sistema Kinect combina una cámara con visión periférica,
un sensor de profundidad y un micrófono que trabajan en conjunto para seguir el
movimiento de todo el cuerpo y las voces
individuales.
Los usuarios pueden interactuar con su consola o la computadora
a través de gestos y comandos de voz.
Los investigadores intentaron por primera vez su prototipo
utilizando un maniquí de reanimación, a continuación, se utilizó la técnica para
evaluar la función pulmonar en nueve
voluntarios con fibrosis quística y 13 sujetos sanos.
Los sensores de
Kinect se colocaron alrededor de los sujetos, con una distancia mínima de un metro,
o 3.3 pies, de distancia. El sensor del sistema Kinect tiene un haz de
infrarrojos, y con cuatro de estos sensores, los investigadores fueron capaces
de medir el movimiento de los pulmones a través de la pared torácica . Utilizando un software especial, el
equipo creó entonces una imagen 3D de la pared torácica de cada paciente.
Los médicos utilizan la espirometría para diagnosticar y
monitorear la fibrosis quística y otras enfermedades pulmonares, como
incluyendo bronquitis crónica, enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC). La espirometría mide la cantidad de aire que se pueden inhalar
y exhalar, así como la velocidad o el flujo de la respiración. El examen ayuda
a identificar anormalidades funcionales de los pulmones, pero no proporciona un
diagnóstico específico de la enfermedad.
Una espirometría requiere que los pacientes tomen
una respiración profunda y luego
exhale fuerte y rápido tanto como puedan durante al menos seis segundos.
La espirometría puede
llevar a lecturas inexactas de la función
pulmonar en algunos pacientes, como niños, ancianos y aquellos con anormalidades faciales
o debilidad muscular que tienen problemas para crear un sello hermético
alrededor de la boquilla del dispositivo. La prueba se repite normalmente un
par de veces para asegurar la reproducibilidad.
En su estudio, los investigadores utilizaron tanto la prueba
basada en Kinect y espirometría tradicional para medir la función pulmonar en
22 voluntarios. No sólo era el prototipo de Kinect tan preciso como una espirometría, sino que fue capaz de
proporcionar información adicional acerca del movimiento del pecho, lo que
podría ayudar en la identificación de numerosos problemas respiratorios.
Traducido y adaptado de
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